• Las obras han incluido la impermeabilización de los tres depósitos municipales y la renovación de la red en diversas zonas del municipio
Con las obras de impermeabilización y mejora del depósito de agua de Bascamao, dotado con una capacidad de 1.800 metros cúbicos, finalizará el proyecto de mejora de infraestructuras hidráulicas de abastecimiento que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Guía con una inversión cercana a los 600.000 euros. Los concejales de Urbanismo, José Manuel Santana, y de Infraestructuras, Juan Jiménez, acompañados del técnico municipal y redactor del proyecto, Miguel Quintana, visitaron los trabajos que se están ultimando en estos días en esta zona de las medianías guienses.
Este proyecto ha incluido, también, la mejora de los depósitos municipales de Becerril (900 metros cúbicos) y Juan García (4.800 metros cúbicos) así como la renovación de la red de abasto en los barrios de Montaña de Guía, Acequia Honda, Paso María de los Santos, Casas de Aguilar, el acceso al Gallego, Lomo La Raya y Fregenales, todo ello con fondos procedentes del Gobierno de Canarias a través de una partida económica de la Consejería de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas.
El concejal de Urbanismo, José Manuel Santana, explicó que la ejecución de este proyecto supone un avance importante y muy necesario en la mejora de la red de abasto en el municipio «con un problema histórico de excesivas pérdidas por lo obsoleto de las redes hidráulicas de nuestro municipio, una situación que gracias a actuaciones e inversiones de este calado podremos ir minimizando poco a poco, avanzando así en la reducción de pérdidas, en la mejora de la eficiencia y el ahorro de recursos», señaló.
El responsable municipal subrayó asimismo la relevancia de estos trabajos que, además de minimizar las pérdidas, con todo el ahorro que ello supone, logran también una mejora sustancial en la calidad del agua que llega a los hogares gracias al tratamiento novedoso que se está ejecutando, con una técnica a base de láminas de geotextil en la impermeabilización de los depósitos que, además de mejorar la calidad del agua «permiten un mejor mantenimiento de estas infraestructuras al evitar el daño que pueda causar la acumulación del líquido elemento en su interior en contacto directo con las paredes de los depósitos», explicó.
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